Cosas que hace el «Husmeante» (de Trillo y Mandrafina) #1

«Su peor enemigo», la cuarta historia de «Husmeante», presenta una serie de cuestiones interesantes para analizar.

1: dentro del género / fuera del género

«Husmeante» exhibe su condición de relato inscripto dentro del género de la novela negra (y también, pero no tengo tanta intuición sobre el género para probarlo, del hard boiled). El primer indicio (y no tan indicio: es bastante obvio) es la intromisión de la foto de Humphrey Bogart (que además resalta porque funciona como interrupción del grafismo de Cacho Mandrafina). El Husmeante mismo tiene algunos rasgos similares a Bogart: las facciones de la cara, el cigarro siempre en la comisura del labio, que se vista con sombrero y sobretodo.

También podemos pensar en el volumen de tinta negra en página como un factor tendiente a generar el clima necesario: oscuro, cargado de sombras.

Por último, hay una situación inicial típica: una bella dama se presenta para que el detective le resuelva un problema e inmediatamente se produce tensión sexual entre ambos protagonistas.

Sin embargo justo después de la presentación, cuando el relato vacila y se vuelve (después del borrón en el espejo), «Husmeante» muestra que mira al género desde afuera: la dama no era bella. El primer corrimiento. Se mantiene el asesinato, el ajuste de cuentas, como objetivo para el detective. Sin embargo parece que Husmeante interpreta las cosas al revés y la víctima termina siendo quien buscó sus servicios. El segundo corrimiento. Y hay más: no hay nunca una tensión ético moral en el protagonista: su batalla no termina siendo por «el bien», por «arreglar lo que está mal» («desfacer entuertos» diría el Quijote, y los detectives de la novela negra tienen algo de Quijotesco), sino que es «siempre lo mismo». Ese «siempre lo mismo» in-diferencia (quita toda diferencia) a todos los casos del Husmeante: son todos iguales porque no hay ni bien ni mal para medirlos (no, al menos, en la forma de ser del protagonista).

El último indicio de corrimiento del género: al Husmeante le gustan las gordas.

(continuará…)

Publicado el junio 27, 2010 en Historieta Argentina, husmeante, Reflexiones que parecen importantes. Añade a favoritos el enlace permanente. 2 comentarios.

  1. Hmmmmmmno.

    Primero y principal, los corrimientos no lo son puesto que el la novela negra está compuesta condicionalmente de corrimientos continuos (no así los detectivos clásicos, donde el caso está resuelto desde siempre y sólo se recorre el camino hacia la verdad). Es decir la novela negra no se atiene a una estructura, y esta variedad (improvisaciones argumentales, giros y sorpresas que no se resuelven nunca por la lógica de Sherlock Holmes sino a los tiros, todo cuadra literalmente por la fuerza), esta es su identidad.

    Por otro lado y no menos importante: que el detective de novela negra no pase dilemas morales no es una excepción ,como señalás, sino un rasgo distintivo. No trabaja para la ley, es decir «para el bien de la comunidad». Por ser un detective privado, el bien no le importa, el bien es quien paga, el dinero, un «siempre lo mismo» totalmente mensurable.

    Todo lo que señalás está muy presente, en eso acertás y muy bien, pero creo que le errás al señalarlo como excepción cuando es justamente la regla.

    Un saludo, nos vemos el domingo, no?

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